
Los susurradores surgieron en Francia. Les Souffleurs, que así se llamaron, eran unos personajes vestidos de negro, con paraguas y largas cerbatanas, que proponían a los viandantes de camino al trabajo susurrarles poemas al oído.
Un susurrador es un tubo de cartón, que utilizaremos para susurrar nuestros poemas.
Para su elaboración se necesitan los siguientes materiales:
– Tubos de cartón (tela, rollos de cocina, los de las bolsas del supermercado).
– Podemos también unirlos para alcanzar una mayor extensión.
– Papeles de colores, telas, pinturas, lana… para decorarlos.
Vamos a susurrar poemas a nuestros seres queridos. Para ello, procederemos del siguiente modo:
– Seleccionar tres poemas.
– Leerlos reiteradas veces o aprenderlos.
– Intentar encontrarle el ritmo al poema, sonidos, matices.
– Pueden tener las poesías recortadas y pegadas en papeles de colores para luego regalarlas.
